Temple y palpitación cantaora .-Cronica El Dia de Córdoba.-10-3-2007

Cante: Domingo Herrerías y Antonio Mejías. Guitarra: Merengue de Córdoba. Lugar: Taberna Don Carlos. Fecha: Jueves, 8 de marzo. Lleno.
FRANCISCO MARTÍNEZ.- Una malagueña perota para continuar con la de El Mellizo le sirvió a Domingo Herrerías para templar y acomodar la voz de manera meticulosa. El cantaor encontró la horma adecuada para sus facultades y en esa tesitura se le pudo escuchar el pasado jueves.
No abusó de recursos efectistas, preocupándose más de lo que realmente importa del cante, lo que tiene de intrínseco, perfilando sin titubeos formas y esquemas. En el entorno de sano bullicio de la taberna Don Carlos las soleares que interpretó lograron el impacto deseado ante un heterogéneo público; abriendo boca por Cádiz su cante por soleá estuvo bien estructurado, con el volumen adecuado para cada envite tonal, recogiendo los tercios con gusto. El de Adamuz concluyó su actuación con una tanda de fandangos para la complacencia del personal.
Resuelto en la expresión y transmitiendo energía flamenca se mostró en todos sus cantes Antonio José Mejías. De entrada fandangos del sur de la provincia -Lucena y Cayetano-, esquemáticos pero con el rescoldo necesario para la eclosión vivificadora. En tientos y tangos el cantaor montillano tuvo detalles caracoleros -como en el resto de su repertorio- que adornaron su eco aportando velocidad en el quiebro oportuno; decidido en los tangos logró su fin artístico airosamente, el del redondeo apropiado del cante.
Alegrías voluntariosas, fandangos de sensibilidad intimista y bulerías para el borboteo rítmico completaron su breve recital, dejando patente la progresiva calidad y actitud de este cantaor palpitante. Y para los dos el mimo de Merengue de Córdoba, tocaor en magisterio.
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